martes, 16 de marzo de 2010

Vergüenza

¿Querrías a tu hijo sobre todas las cosas? Si existiera la posibilidad de que él hubiera provocado tu muerte, y siguiera haciendo eso que la provocó, ¿seguirías queriéndolo? Yo creo que una madre quiere a su hijo aunque sea un asesino y tenga que ir a mil kilómetros para verlo en la cárcel. Con un padre, no lo tengo tan claro.

-Si me entero de que has matado a alguien, te mato yo a ti.- El receptor era el hijo; el emisor, el padre, que no podrá cumplir su promesa. A él le dio un infarto pocos días después. El hijo se fue y no ha vuelto, el miedo gana a la causa. Ahora, escondido donde sólo unos pocos pueden encontrarlo y con su apoyo -y callados como putas, con perdón de las profesionales-, ve su propio rostro, una vez más, en televisión, en los periódicos, en la web.

Es un juego, una etiqueta, un ser guay, que dicen que empieza por un cartel y un spray y acaba con un tiro. Pero el cerco se cierra cada vez más, todo tiene su lado bueno. No te queda mucho, espero, así que aprovecha bien tu tiempo de libertad. Aprovéchalo recopilando información, yendo de tapadillo a manifestaciones y haciendo colectas que financien vuestra esperanza. No os deseo la muerte a ti ni a los que tienen la misma mierda en la cabeza. La muerte es sólo un instante. Mejor ver cómo desaparecéis, cómo coleteáis para salvaros. Será una pena que muchos, no sólo los homenajeados, no puedan volver, para poder ir cada día a ver cómo te pudres poco a poco rodeado de tu propia basura.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi también me daría vergüenza si fuera el protagonista de esta historia

NACHO PRADA dijo...

Me gusta. ¿Te refieres a los "borroka" o es una historia literaria de ficción?

Dani Barrio dijo...

Nacho, me refiero a cualquier anormal que pueda anteponer una causa a un padre, en este caso. Todo lo que está escrito es real.
Me alegro de que te guste. Gracias

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