Ha comenzado el 60º Mundial de Fórmula 1, con el debut de Fernando Alonso en la escudería de los sueños de cualquiera. Y no ha podido hacerlo mejor, porque en la fiesta del champán estaba en lo más alto, entre su compañero Felipe Massa y Lewis Hamilton. Aunque por detrás del asturiano, puede estar contento Massa, que volvía a correr después del tornillazo de julio en Hungría.
La carrera de Bahrein ha dejado en descafeinado el retorno de Michael Schumacher, ahora con Mercedes –«una pequeña traición» para Luca di Montezemolo –, que ha quedado sexto y la segunda temporada de su equipo, ex Brawn GP, que arrasó la pasada temporada. Red Bull, acompañante habitual de los Brawn el año pasado, lo tenía fácil hoy para empezar ganando, siempre y cuando Sebastien Vettel supiera parar a los Ferrari y al McLaren que le seguían. Pero el motor del RB6 no aguantó y el alemán llegó cuarto a la meta, y gracias.
Los novatos Virgin e Hispania se tuvieron que consolar con haber dado unas vueltas en Sakhir, ya que sólo los Lotus acabaron la carrera; Chandhok se fue en la primera vuelta. De los tres españoles en la parrilla, uno se quedó en el box antes de tiempo. Era de la Rosa, con problemas hidráulicos, aunque se lo estaba «pasando bien». Jaime Alguersuari sí terminó, decimotercero.
En el montón quedan, además de Mercedes, los Williams, Renault, Force India –Liuzzi quedó noveno– y Button, séptimo y muy lejos de su compañero Hamilton. La próxima cita será el 28 de marzo en Australia. Ferrari intentará reinstaurar la monarquía absoluta, con permiso del resto de gallos.
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