lunes, 14 de diciembre de 2009

Cristiano o delincuente

La Conferencia Episcopal Española ha presentado a los medios la posición de la Iglesia sobre la crisis económica. En el turno de preguntas, el secretario general, Juan Antonio Martínez Camino, ha afirmado que el aborto, además de pecado, debería ser delito. “¿Puede alguna legislación civilizada considerar que quitar la vida a un ser humano inocente no es un delito?”, se preguntó. Dijo además que, al que apoye la nueva ley del aborto, no se le puede permitir la comunión.

¿Pasará una circular Martínez Camino a los sacerdotes para que, antes de dar la hostia, pregunte al individuo en cuestión si el aborto le parece bien o no? ¿Si le parece bien, excepto el punto de que las niñas de 16 años puedan abortar sin permiso paterno, le dará sólo media hostia? ¿La nueva consigna de la comunión será “El cuerpo de Cristo, si no eres pecador"?

En un lugar todos los sectores parecen tener el deber de opinar sobre todos los asuntos, sean ambos del ámbito que sean, la Iglesia no es la excepción e intenta adoctrinar, no sólo a sus fieles seguidores, sino a todos. Y, ya puestos, aprovecha para criticar al gobierno, que ya no le ayuda tanto. Desconozco la relevancia de la opinión de los religiosos sobre temas como la crisis o la educación (estatal). Imaginemos que, como estado aconfesional en el que nos encontramos, el resto de religiones viniera cada cierto tiempo a hacer lo mismo y dar su versión. Lo primero que ocurriría es que el bando de la CEE se echaría las manos a la cabeza, después de criticar por supuesto al gobierno por consentirlo. Después, los demás nos volveríamos locos con tanto discurso sobre el mismo tema que aparecería.

Cada uno en su casa, y Dios, también. Dejemos que los políticos hagan su trabajo (démosles el beneficio de la duda, a lo mejor acaban aprendiendo) y que, en la casa del Señor, éste gobierne, instruya y adoctrine a los que le quieran seguir, pero el territorio externo a sus muros no le pertenece.

2 comentarios:

Moncho Veloso dijo...

Ya que hablan de legislación civilizada, decirles que la legislación civilizada (Constitución) de este país dice (capítulo 2, artículo 14) que nadie será discriminado, entre otras cosas, por sus opiniones. ¿Puede una institución sometida a esta ley discriminar a alguien por sus opiniones? Siguiendo ese mismo criterio, la Iglesia violaría la Constitución si excomulgara a sus fieles por las opiniones de estos.

P.D.: Dices que el Gobierno ya no le ayuda tanto, pero lo cierto es que cuando mejor "vive" la Iglesia es con gobiernos como este.

Aitor Castañeda dijo...

En fin, es el asunto de siempre, pero una cosa sí: si se quiere pertenecer a la Iglesia, es lógico que exijan estar de acuerdo con sus ideas. Yo soy cristiano, pero no muerdo a nadie por estar a favor del aborto, ahora eso sí, comprendo que pertencer a la Iglesia (si se quiere) es respetar una serie de normas, si no, no hace falta serlo. Independientemente de lo retrógados que puedan llegar a ser algunos obispos o sacerdotes, ellos también tiene derecho a establecer las bases de su club que se llama Iglesia católica. Si quieres ser del grupo, ya sabes lo que toca, y si no, ¿para qué quieres comulgar?

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